Cuento: El otoño final

Saqué la idea de una noticia y se desarrolló de ahí. Espero que lo disfruten.

El otoño final

José Borges

Fue un comienzo súbito, pero, al reflexionar, bastante obvio.

Era la primera vez que me tocaba investigar la muerte de alguien en una iglesia. Me resultó curioso, pero no me asombró: después de ver la escena de tantos asesinatos, nada me sorprende. Pudo haber sucedido en el Vaticano, y lo trataría de la misma manera que trataría si hubiera ocurrido en un callejón.

Fue un caso fácil, ya que encontramos el arma de fuego en la mano derecha del cadáver y había un testigo, el párroco, presente. Entrevisté al Padre de todas formas: será un hombre de “Dios”, pero los seres humanos son capaces de cualquier cosa. No me habría extrañado si el cura le hubiera volado los sesos al pobre hombre por una deuda de drogas o un ataque de cuernos. Un poco incrédulo, yo.

La historia del Padre sonaba verídica y la herida era consecuente con un suicidio: encontramos la bala, que había atravesado la cabeza de Sergio Gómez, incrustada en un óleo de la crucifixión a dos metros de altura (curiosamente, estaba en la misma herida del costado del Cristo pintado… otro asesinato resuelto). Además, la sangre había salpicado en la mano derecha del señor Gómez. Les pedí a los forenses que verificaran la ropa del cura, para estar seguro, pero sabía que no encontrarían ningún rastro de pólvora o de sangre.

El caso estaba resuelto y el cadáver listo para ser levantado, tan pronto llegara el fiscal. Si todos fueran tan fáciles…

Nada más quedaba escribir los informes de rigor, y me podría marchar a casa. El día no fue tan corto para los reporteros. Al parecer, estaban horrorizados porque alguien se quitó la vida en una iglesia. Era cómico ver a cada uno de ellos emitir su pena porque alguien se marcharía al infierno por cometer tal acto. Después del caso de Mari Soto, una niña de cinco años que encontraron en un vertedero, supe que Dios era un mito. Ningún ser supremo permitiría que ocurriera lo que le hicieron.

El interés en la noticia de Sergio cedió cuando un tal Wilfredo Quiñónez se inmoló, al día siguiente; otro suicidio, esta vez con varios testigos. No le presté mucha atención, ya que el caso no me tocó a mí, pero me estuvo raro que ocurriera en un lugar público tan seguido del anterior. La mayoría se ahorca en la privacidad de su hogar y, por lo general, son mayores de 65 años de edad: viejos que se han cansado de vivir. Estos dos habían sido bastante jóvenes.

Ahora bien, en un lugar donde ocurren casi 300 suicidios al año, un detective de homicidio (nos llaman si hay un cuerpo: luego decidimos la causa de muerte) puede ver dos o tres de estos casos al mes. Cuando me llamaron a la escena de uno que se tiró por la ventana de su hotel, sentí que había algo raro en el ambiente. La supervivencia es uno de los instintos más básicos del ser humano: no puedo contar las veces en que hemos encontrado señales en nuestras víctimas que indican resistencia hasta el final.

Apenas había llegado el fiscal para levantar el cadáver en el hotel, cuando recibí otra llamada: un cuerpo hallado a dos cuadras de esta escena, ahorcado. ¿Otro suicidio más? Comprobé que sí, minutos después de llegar al lugar. Salí de trabajar tarde esa noche.

Si tenía duda de que algo muy raro sucedía, fue disipada durante las próximas semanas. La cifra aumentaba cada día: dos se volaron la cabeza, cuatro se ahorcaron, uno se cortó las venas y tres se lanzaron de edificios o puentes. En menos de un mes, 13 personas se habían quitado la vida.

Comenzamos a darnos cuenta de que no era aquí nada más; ocurría por todo el mundo. En muchos de los casos, no había razón para suicidarse: aparentaban estar felices, sin ningún problema extraordinario. Las autoridades comenzaron a reaccionar con campañas publicitarias, líneas de apoyo, reclutamiento de psicólogos y psiquiatras, y acceso más fácil a fármacos contra la depresión. No hubo efecto: las muertes incrementaban a diario.

Funcionarios gubernamentales, líderes religiosos, jefes de Estado y celebridades comenzaron a aparecer muertos por su propia mano: parecía una pandemia. Perdí a dos compañeros en una semana que jamás hubiera sospechado que intentarían cosa igual. No había razón por la cual lo hacían. En menos de seis meses se declaró ser la crisis del nuevo siglo. Cualquier persona te podía describir cómo fueron testigos de por lo menos un suicidio; para muchos, más de eso.

Surgieron varias teorías que intentaban explicar lo que sucedía, pero el único hecho concreto era éste: los menores de 7 años eran los únicos que parecían estar a salvo. Sólo escuché una explicación que tenía sentido, pero durante ese tiempo apenas quedaban adultos vivos. Me la dio un adicto antes de clavarse su jeringuilla a través del ojo hasta llegar lo que le quedaba de cerebro: el Planeta se cansó de nosotros y actuaba en defensa propia. De alguna manera, activó un genoma abortivo en nuestro ADN. Reflexioné sobre lo que dijo: tenía más sentido que las explicaciones de los “expertos”. Sabiduría de un drogo: a lo que ha llegado el mundo.

No me explico cómo he durado tanto, ya que no queda apenas un adulto en esta ciudad. Pero, sé que en cualquier momento sentiré el impulso de apretar el gatillo de mi arma o lanzarme a un abismo cualquiera. Al parecer, todo va a quedar en manos de los niños. Noto cómo se organizan en grupos: parecen una jauría de lobos, en espera de que por fin terminemos de extinguirnos. Me preocupa que no logren sobrevivir, o, peor, que comiencen el último otoño de la humanidad.

¿Pagarías por un buen cuento? Poco a poco, los artistas aprendemos a independizarnos de los métodos tradicionales de exposición y remuneración. Antes, para ganar algún tipo de compensación por un escrito, el autor tenía que venderle los derechos de publicación a una editorial o periódico. Es un método que aún funciona para autores reconocidos. Sin embargo, luego de leer experiencias de otros artistas en diferentes medios, he decidido experimentar con estos métodos alternos de compensación. Inmediatamente después del cuento, encontrarás un botón para dejar un donativo. Si deseas, haz clic y sigue las instrucciones provistas. Si no, pues no pasa nada. Lee el cuento y compártelo con tus amigos si te gusta.





22 comentarios

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  1. Entiendo Pq quizas no lo aceptaron, pq el tema esta fuerte, pero lo deberias guardar para un Libro de Short Stories. me gusto mucho, y aveces los dorgadictos tienden a ser mas sabios que uno!
    ANa

  2. Ana:

    Gracias.

    -J

    • Joel el marzo 13, 2007 a las 2:58 am

    Súper. Tiene una vibra de film noir, además de que la ciencia ficción entra de pronto y sin aviso. Tengo que compararlo con cuentos o películas de zombies, porque nunca nunca nunca dicen cómo aparece el primer zombie! (excepto resident evil, claro). También tengo que decir que me encanta la idea de niños lobo, más jóvenes aún que los de lord of the flies, sería interesante saber cómo sobrevivirán. Y tremendo: que el planeta se esté vengando. Súper. AH! y eso de que: «los seres humanos son capaces de cualquier cosa», es tan correcto

  3. Compañero, qué bueno tu cuento. Me mantuvo interesado todo el tiempo.

    Oye, ¿cómo es que tú envías cuentos? Por fa, déjame saber…

    • Frank el marzo 13, 2007 a las 10:48 am

    Tremenda historia. Será que lo quieres convertir en un cuento mas largo o incluso una novela, si tienes suficiente tiempo libre? Realmente me gustó mucho el tema.

    • Olgui el marzo 13, 2007 a las 1:06 pm

    Leer tu cuento me hizo recordar una noticia que leí el 9-03-07 en el díario EL TIEMPO.

    …»En quinto de primaria ya todos me decían ‘el Loco’, y yo hacía todo lo posible para cimentar esta fama». Esto escribió en sus memorias Andrés Caicedo, el escritor caleño fallecido hace 30 años. Son recuerdos que datan de junio de 1976, cuando permaneció internado en una clínica siquiátrica de Bogotá tras el primero de sus tres intentos de quitarse la vida. Tenía 24 años y se acercaba a una edad de la que había dicho que no valía la pena pasar. Fiel a ello, se suicidó el 4 de marzo de 1977, a los 25.

    • Olgui el marzo 13, 2007 a las 1:15 pm

    …Cuando era aún un colegial le dijeron ‘el Loco’. Después se han sumado más adjetivos a su vida y su obra: «escritor maldito», «genio desadaptado», «beatnik colombiano», «hippie angustiado»… A lo mejor, fue todo lo anterior. Pero, sobre todo, se caracterizó como un obsesivo por comunicar la ansiedad que le producía malgastar la vida, ese don poco deseable. Su antídoto era vivirla a borbollones: mucha música, mucha rumba, mucha salsa, mucho rock, mucha noche, mucho cine, mucha máquina de escribir, amores y sexo apasionados, algo de droga, embestir contra lo convencional y lo cómodo. Fue escritor prolífico. A los 13 años recogió en su cuaderno escolar los primeros poemas y relatos breves. Apenas adolescente, publicó el cuento La piel del otro héroe y comenzó a montar obras teatrales. Durante los 12 años siguientes escribió varias obras de teatro, adaptó otras, terminó por lo menos cuatro guiones de largometrajes, fundó y dirigió la revista Ojo al cine, publicó un puñado de cuentos y una novela, que le bastó para convertirlo en símbolo de los años setenta: Que viva la música.»
    El comentario estuvo largo, es que este rollo es otro cuento.

  4. Joel:

    Gracias.

    Ciudad:

    Luego te escribo. Gracias.

    Frank:

    No. Se queda así. Gracias.

    Olgui:

    Jum. Hay veces que no vale la pena creer lo que uno dice.

    • Evi el marzo 13, 2007 a las 7:47 pm

    Wow! El planeta cansado y actuando en defensa propia… Un planeta sin adultos, sólo con niños (genial)

  5. Evi:

    Gracias.

    -J

    • Solimar el marzo 14, 2007 a las 10:32 am

    Wow!!
    Me encanto, me mantuvo ahi en suspenso hasta el final. Que epidemia tan util en estos dias de mierda!! Na en verdad es bien fuerte y me parece excelente para una publicacion. La gente debe de empezar a leer cosas asi, basta de novelitas estupidas de seres reprimidos de Paulo Coelho! Necesitamos crueldad. Que viva Horacio Quiroga! Me parecio algo asi, como Horacio, lo unico que el protagonista no murio, aunque pronto lo hara jajajaja!
    un abrazo

    • Yinga el marzo 14, 2007 a las 11:30 am

    Buen cuento, Borges. Es una lástima que se traten de cifras reales: 300 suicidios en un año, por ejemplo. Me gusta cómo criticas la realidad y utilizas la «normalidad» del detective para dejar ver hasta dónde estamos llegando en el mundo.
    Creo que tu sobrina tiene algo más de qué preocuparse cuando comience a salvar el mundo. Mucha suerte y éxito en tus proyectos.

  6. Solimar:

    Me alegro que te haya gustado. Gracias. Quiroga es uno de mis heroes.

    Yinga:
    La Policía en PR investiga casi un suicidio por día. Me sorprende que la mayoría se ahorca.
    Mi sobrina ya comenzó; nació, ¿no? 🙂
    Gracias.

    -J

    • Ciudadela el marzo 15, 2007 a las 9:13 am

    Borges:
    Querrás decir que la Policía «encarpeta» casi un suicidio por día o, tal vez, que clasifica como tales aquellos difíciles de cerrar. Aunque no dudo que las cifras sean reales, sí creo que muchos de los llamados «suicidios» no lo son realmente. Me interesa el punto de tu cuento en el que mencionas que muchos de los cadáveres reflejan «resistencia hasta el final». Quizás, esto te diga algo.
    Eso sí: aunque se diga lo contrario, se necesita mucha valentía para atentar contra uno mismo. Ojalá podamos leer éste y otros de tus cuentos en alguna publicación impresa. Leer las reacciones de la gente debe ser muy interesante.

  7. Ciudadela:

    Jm. No sé si valentía. Más bien como desesperación.

    -J

    • Serpentina el marzo 16, 2007 a las 9:55 am

    Ciudadela:
    Hoy escuché que la mayoría de las personas que se suicidan lo hacen bajo el efecto del alcohol o bajo sustancias contraladas. No creo que los valientes necesiten de eso para tomar decisiones.

    Buen cuento, José.

    • liliana el agosto 10, 2007 a las 9:39 pm

    me gusto mucho, me parece o tiene un saborsito de la pelicula «children of men» pero a la inversa: no hay niños, aca no hay adultos? en ambos esta presente la perdida de la esperanza, que horror.

    «el Planeta se cansó de nosotros y actuaba en defensa propia». una vez lei en un blog (lo busque para pasarte el link pero no lo encontre) una postura de lo mas irrelevante y a la vez genial sobre el calentamiento global. decia que el mundo no se va a acabar, que nos olvidemos del tema del calentamiento y la contaminacion. que nosotros, la humanidad pues si, moriremos todos y que? el planeta no, que ya le ha pasado antes. los seres humano somos los parasitos que en el intento por explotar a nuestro huesped haremos que el mismo «estornude» y se sacuda con algun cataclismo a niveles apocalipticos y chau enfermedad, chau humanidad. pero el planeta se generara con nuevas energias, nuevas resistencias y obviamente nueva vida, asi que no debemos preocuparnos por el planeta, este tiene un buen sistema inmunologico.

    y volviendo a tu tema: lo lamentable de una sociedad de niños es que inexorablemente estos creceran y dejaran de serlo, que un niño sin instruccion es un seudo animalito (o no has visto como se pelean los chiquillos sin la conciencia de que se pueden matar) y que uno con una mala instruccion ES UN ANIMAL. el asunto es mantener eterna la maravilla del niño….como se hace?….ahi esta lo dificil, porque mira que la vida por mas que quieras, tiende a ser por excelencia de naturaleza adulta. un master con un discipulo, ese intercambio es necesario.

    y no sigo porque te lleno tu blog jajajaja! tienes varios temas aca y poco espacio para expandir, pero vamos que me movio tu escrito!

  8. Liliana:

    Creo que vi Children of Men después, pero no estoy seguro. Lo de los niños le debe más a Lord of the Flies.
    Recuerdo que la idea para el cuento me vino luego de leer del sujeto que se suicidó en la iglesia.
    Me alegra que te movió; es el mejor halago que puede recibir un escritor.

    Saludos,

    -J

    • Dario el marzo 28, 2008 a las 3:43 pm

    Segun un periodista calificado Mark Lynas y un grupo de cientificos.
    En los proximos 100 años la temperatura global de la Tierra aumentara de 1 a 6 grados. Eso no parece mucho derdad? sin embargo Mark Lynas detalla las consecuencias drasticas que traeran el aumento de grado por grado es su libro “6 grados”.
    Es la hora de actuar de inmediato para desacelerar el calentamiento global y para eso tenemos de 10 a 20 años.
    Porque se va a llegar a tal grado que ya no va a ver punto de retorno para tomar medidas para desacelerar el calentamiento . Y se va a tornar incontralable, porque el sistema en que opera la tierra cambiara radicalmente y por lo tanto la vida en la tierra sera severamente afectada.
    Solo cuando la temperatura global alcance los 3 grados sera irrevercible.
    Cuando eso pase el Amazonas corre un alto riesgo de incedios forestales tan grandes que va ser imposible pararlos, extinguiendola, algo que seria muy grave. Y lo que haria que automaticamente subiera algun grado mas la temperatura global.
    A este ritmo los glaciares del Himalaya se derritirian por completo para el 2035 esto traeria consecuencias graves para china e India.
    Y habria inundaciones sin precedentes.
    Al 4 grado ya los paises costeros seran severamente afectados como Nueva York, Hong Kong, Buenos Aires, etc. A causa del aumento de nivel del mar por el derretimiento de los polos de la Antartida.
    Habran supertormentas nunca antes vistas, de categorias muy superiores a las de hoy.
    Esto es para tomar conciencia ya, esto no va a pasar dentro de mucho tiempo como mucha gente se imagina y algunos piensan que se trata de ciencia ficcion lo que no es asi es una realidad que no podemos seguir ignorando.
    Tampoco hay que restarle importancia porque pensemos que a nosotros no nos va a pasar, hay que pensar en las generaciones futuras.
    La pregunta es, que les dejamos a los demas y a los que vienen? esto no solo a los humanos a todos los seres vivos.
    Que derecho tenemos nosotros ?!!

    Si alguien interesado en este tema quiere contactarse conmigo y si alguien tiene informacion le agradeceria mucho si me la comparte.
    Desde ya muchas gracias.
    correo: locomotiv313@hotmail.com

  9. no me gusto tontos eso es una bobada

  10. lo siento pero gas ese cuento mejor lean descubre tu botencial
    es super

    • roberto el octubre 2, 2008 a las 12:00 pm

    pues no se k deciros en una pasada lo mejor

  1. […] EDITADO 10/5/2007: La versión del periódico está en los archivos del diario. Si no están suscritos, pueden leerlo aquí. […]

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