Solidaridad ante el IVA

El gobierno ha decidido que la manera más eficaz de salir de sus problemas financieros es a través de un nuevo impuesto a los ciudadanos. Se llama Impuesto al Valor Agregado (IVA) y pretende cobrar un 16% a los bienes que se compran en el país, con algunas excepciones, como la comida sin procesar y los medicamentos.  La estrategia para convencer al pueblo ha sido patética: en vez de traer argumentos sólidos para discusión, solo pregona que será de beneficio para los ciudadanos, sin explicar cómo ni por qué. Inclusive, no son capaces de ofrecer un argumento sólido a favor en los tres anuncios que han transmitido, en que el narrador convence a los ciudadanos de que les será beneficioso solo porque él lo dice. Es un tipo de Jedi mind trick que fue cómico en Star Wars, pero absurdo en la vida real. El problema de nuestro gobierno no es solo que no tiene dinero, sino que malgasta el que recauda. Habla de una reforma contributiva, pero no hay indicio de una operacional. Sería como darle una tarjeta de crédito nueva a un jugador de apuestas habitual, para que siga apostando y de esa manera salir de las deudas.

En gran mayoría, el pueblo se ha opuesto a esta medida. Ya se han activado varios sectores para protestar la medida con la esperanza de que se cuelgue en el Senado o la Cámara de Representantes. Claro, como en las elecciones pasadas le dimos control absoluto al partido en poder actualmente, el asunto se ve difícil. Pero aún, la misma ciudadanía comienza a dividirse. Ya hay sectores como los de la educación privada, los libreros y los médicos que han pedido que se les exima del IVA por lo que ya aportan a la sociedad. Es preocupante porque muestra una falta de solidaridad y un egoísmo innato en nuestra sociedad colonial. 

Hay que mostrar un frente solidario ante este nuevo impuesto. El gobierno ha mostrado que no tiene argumentos sólidos para defender su posición. Por tanto, hay que debatirlo de esa manera, como un frente conjunto que rechaza que los ciudadanos continúen pagando las prendas de políticos y funcionarios ineptos y corruptos, que son los únicos mantenidos por la ciudadanía puertorriqueña. El mesero, la doctora, la abogada y el cajero tienen la misma razón que tienen el librero, los colegios, las universidades y los médicos para protestar que se les aplique otro impuesto más. Estamos hartos de mantener a un gobierno que lleva décadas pidiendo más dinero sin ofrecer ningún tipo de servicio.

El gobierno necesita más dinero para continuar su fiesta a costa nuestra pidiendo una propina de 16% por servicio pésimo. Es hora de unirnos y apagarles las luces.

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