Reseña: Quantum Weaver Yocahú

Poesía espacial

 

La ciencia ficción es un subgénero bastante popular en películas, cómics, cuentos y novelas. Pocas veces, sin embargo, vemos ejemplos de este en la música o la poesía. Miguel Adrover Lausell es un autor puertorriqueño que decidió incorporar esta literatura de anticipación en el poemario Quantum Weaver Yocahú.

Quantum Weaver YocahúEl poemario es semejante a los discos conceptuales de algunas bandas de rock en la década de los años setenta, como Rush y el recién fenecido David Bowie, en el que el autor cuenta una historia más larga a través de poemas individuales (o canciones, en el caso de la música). No es necesario leer los poemas anteriores para encontrarles sentido, pero sí están enlazados y cobran otro significado al leerlos en orden. Los amantes de la ciencia ficción comprenderán la trama con facilidad: en algún año entre 2050 y 2059, la nave espacial Quantum Weaver Yocahú transporta a un terrícola —en este caso, al último puertorriqueño— a otra galaxia, ya que la Tierra se ha convertido en un planeta inhabitable. Los poemas cuentan la historia de lo que sucedió en la Tierra, cómo vive el protagonista, cómo aprecia su nuevo entorno y cómo es su vida a bordo de la nave, entre otros temas.

A lo largo del poemario, el autor mezcla filosofía con física cuántica; ciencia ficción con humor negro; y poesía con cultura popular. Las menciones de otros autores de ciencia ficción, como William Gibson y Kurt Vonnegut, y de series de televisión y videojuegos, como Battlestar Galactica y Mass Effect, abundan y se mezclan con teorías e instrumentos científicos contemporáneos. Para apreciar bien el poemario, será necesario que los lectores estén un poco familiarizados con este subgénero de ficción especulativa.

La propuesta de Adrover Lausell es interesante, ambiciosa y no le teme a la experimentación. Uno de los elementos memorables es la inclusión de los códigos de QR que pueden leerse con un teléfono celular y abrir, en este caso, enlaces a videos en YouTube mencionados en los poemas. El problema mayor con el volumen reside en el lenguaje, pues es una mezcla de terminología científica, lenguaje cotidiano y spanglish. En mi caso, no tuve problemas con los primeros dos, pero el último me parecía una manera demasiado fácil de expresarse para un género cuya belleza recae en la búsqueda de la palabra precisa.

En fin, el viaje en el Quantum Weaver Yocahú es interesante y contiene elementos innovadores, que podrían trascender con más madurez en el lenguaje.

Quantum Weaver Yocahú

Miguel Adrover Lausell

Disonante, 2015

Esta reseña se publicó en El Nuevo Día en enero 24 de 2016.

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