Reseña: El cantar de los morfales: La miel primordial

Fantasía medieval

Es inusual leer narraciones de fantasía, con magos, brujas, elfos y espadas mágicas provenientes de autores latinoamericanos. Existen traducciones al español de ese tipo de obra, como sucede con Juego de Tronos, pero pocos autores de habla hispana trabajan el género. En Puerto Rico, Antonio Miranda se convierte en una excepción con su novela El cantar de los morfales: La miel primordial.

Un morfal, según la obra, es un arma mágica que puede asumir cualquier forma, aunque suele tomar la de una espada. Así como el martillo de Thor o el escudo de Perseo tienen poderes divinos, los morfales también los poseen, solo que estos dioses aparentan habitar dentro de estas armas.

La miel primordialEl lugar donde estos dioses se desarrollan y donde ya son escasos es Noden-Loriel, un mundo semejante a un lugar medieval en decadencia. En Noden-Loriel, viven dos tipos de habitantes: los lorelanios, cuya descripción es semejante a las de un elfo de Tolkien, y los humanos. Al comienzo de la obra, el rey ha desaparecido y hay una lucha de poder por el trono. Con ese escenario, se nos presenta a una pareja de hermanos, hijos de un importante general ya fallecido. La familia es parte de la nobleza y su padre fue poseedor de uno de los morfales, dos datos importantes en el transcurso de la trama. Rima, la hermana mayor, sufre de una enfermedad degenerativa que la mantiene postrada en cama. Tiberio, su hermano, es un joven soldado que sale en busca de la cura para su hermana: la miel primordial. Contada en primera persona, desde el punto de vista de cada hermano, conocemos entonces las aventuras de Tiberio a tierras lejanas y peligrosas en búsqueda del remedio. A la par con esta experiencia, conocemos los efectos de la partida de su hermano a través de los ojos de Rima.

Miranda construye una tierra fantástica, con su historia e idiosincrasia particulares, y las muestra de a poco. Esto deja al lector intuir cómo funciona este mundo mágico. Los eventos, los personajes y los lugares presentados son creativos y se tejen dentro de una trama interesante. Dada las circunstancias en que termina la novela, parece ser, no obstante, parte de una obra más extensa, cuyo desenlace está por publicarse. A quienes les guste pasearse por mundos fantasiosos tal vez Noden-Loriel sea un lugar que les gustaría conocer.

El cantar de los morfales: La miel primordial

Antonio Miranda

Fraternal, 2016

Esta reseña se publicó originalmente en El Nuevo Día en febrero 12 de 2017.

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