Reseña: Mi abuela, la loca

De poetas y locos…

Por José Borges

El estereotipo de la abuela es tan popular que hasta los restaurantes utilizan el personaje de la señora de cabello plateado para denotar familiaridad. Siempre se piensa en la señora de edad avanzada, pelo canoso y de corazón enorme que desborda amor y sabiduría por sus nietos. Sin embargo, en Mi abuela, la loca, una novela juvenil del chileno José Ignacio Valenzuela, se juega con este estereotipo para crear un personaje y una situación únicos.

La trama se centra en Vicente, un niño cuyos padres lo dejan durante la semana bajo el cuidado de la abuela luego de salir de la escuela. El mismo Vicente es quien narra la historia de la relación entre su abuela y él, y es que, al principio, el protagonista siente cierta vergüenza hacia ella. Sucede que la abuela se peina el cabello de manera rara, como el casco de Darth Vader, según él, no soporta el sol y se pinta un lunar cerca de la boca, según su estado de ánimo. Si está contenta, se lo pinta en el lado derecho, encima de la boca y si está triste va al lado opuesto. Cuando se lo pinta debajo de la boca al lado derecho, significa que está furiosa, emoción que Vicente busca evitar a toda costa, y cuando está al lado opuesto es que se siente poeta, el estado de ánimo favorito del protagonista.

Según se revela la historia, Vicente hace las paces con la abuela hasta el punto en que prefiere pasar el tiempo con ella, pese a las burlas de sus compañeros de clases, que se ríen de su inusual abuela. Ella lo invita a “jugar con las palabras” a través de una serie de retos para describir objetos, como un árbol sin mencionar palabras comunes en su descripción, como ramas u hojas. Estos juegos de palabras no son más que ejercicios literarios disfrazados que instan al muchacho a crear metáforas, símiles y describir la vida de manera poética.

Chascas, como se apoda el autor, ofrece una historia conmovedora a través de personajes divertidos y bien logrados. La abuela tiene cierto espíritu a lo “Mary Poppins” y casi parece ser una fuerza de la naturaleza en vez de una señora mayor. Dentro de todo, ilustra y resalta el proceso de escribir por placer. Aunque es ideal para un lector principiante, “niños” de todas las edades pueden encontrarle su encanto.

 

Mi abuela, la loca

José Ignacio Valenzuela

Alfaguara, 2015

Esta reseña se publicó originalmente en El Nuevo Día en junio 11 de 2015.

2 comentarios

    • Gabriela el marzo 22, 2023 a las 4:23 pm

    este resumen me parece genial y te ayuda a poder saber mas porque este resumen es como mis propias palabras ,ademas te ayuda mucho para estudiar como en las prueba

    GRACIAS

    • José Guillermo zuluaga Tobón el septiembre 4, 2023 a las 8:59 am

    Felicitaciones a Ji V. Muy imaginativo. Empleas un lenguaje simple y sencillo. ES lo mejor que he leído en estos placeres. Soy abuelo con 77 abriles.

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