Estragos de la inconclusión
La vida está llena de inconclusiones: tareas que no se terminan, metas que no se completan u obras que se quedan sin final. Muchas veces, la muerte es una de las causantes principales para estas inconclusiones. Le sucedió a Dickens con El misterio de Edwin Drood, a Tolkien con El Silmalirion y a Kafka con América. Inconcluso.S, de la puertorriqueña Consuelo Mar-Justiniano, sin embargo, es un poemario terminado, cuyo tema explora el vacío que dejan los finales repentinos.
Dividido en siete partes, los poemas de la autora mantienen un estilo conservador de estructura y rima, más enfocado en transmitir un sentimiento de manera clara que en impresionar con esoterismos. El punto de vista presentado es cotidiano y contemporáneo, y brinda una leve mirada a los sentimientos de la autora.
Su epílogo en prosa evoca al título, pues se centra en la inconclusión de la vida. Además, ofrece pistas acerca de cómo podrían interpretar los lectores lo que han leído. Para ello, ofrece una serie de datos biográficos de poetas que se han suicidado; todas vidas inconclusas que nos ha dejado el arte. El tema de lo no terminado también se toca en toda la obra, algunas veces de manera más sutil que en otras. En “Viernes”, por ejemplo, se muestra el jolgorio del fin de semana urbano, lleno de bebida y baile. Al final, el poema deja el vacío de que, en algún momento, la fiesta se acabó de manera inesperada e inadvertida para la protagonista.
Por su parte, “No escogí tu vestido postrero” trabaja el efecto de la muerte en aquellos que se quedan y cómo la falta de una conclusión satisfactoria repercute a lo largo del tiempo. El poemario de Mar-Justiano se basa en la inconclusión, pero la autora logra concluirlo con un tema tocado desde distintos puntos. A veces, lo hace como el rumor de un bajo en una orquesta; en otras, como el esplendor de la primera guitarra.
Inconcluso.S
Consuelo Mar-Justiniano, 2014
Esta reseña se publicó originalmente en El Nuevo Día el domingo, 18 de mayo de 2014.
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