El 2015 comienza oficialmente hoy para mí luego de una larga y necesaria vacación. Como estuve de viaje, en realidad no tomé tiempo para reflexionar acerca del 2014 y planificar para este. Me doy cuenta de que abandoné esta página durante un año, y será una de las modificaciones para esta vuelta al sol.
Hubo muchos ajustes durante el año que pasó, como la llegada de mi hija y nuevos retos, que han causado cambios en el día a día. El tiempo es un recurso con muchos límites y es demasiado fácil descuidarlo. Así que la meta para 2015 es utilizarlo de manera más eficiente.
Llevo un año escribiendo una nueva novela y, como todas, ha presentado una serie de retos únicos, algunos impuestos por mí, que no logro superar aún. En parte, la respuesta reside en que hay que dedicarle tiempo exclusivo a la obra, sin otras distracciones. Parecería obvio, pero la distracción sabe disfrazarse: a veces se hace pasar por investigación o alguna lectura adicional que piensas necesaria, y se convierte en descartar lo ya escrito y comenzar de cero. En este proyecto, por ejemplo, he cambiado la estructura dos veces y espero haber encontrado la que busco.
La trama a veces le da con salir de sus cabales y convertirse en otra cosa, muchas veces a causa de algo que ves o lees e inspira otro rumbo, no siempre para bien. En parte, uno de los grandes retos de escribir una novela es escoger qué utilizar entre opciones infinitas, ya que es un género que admite de todo. Un sano juicio es necesario en todo, al parecer.
Y así comienzo el 2015 pensando en el proceso y tratando de impedir que la faceta de industria me distraiga.
Ene 23