Cuento: El sueño

Éste el primer cuento en lo que espero que se convierta en una pequeña tradición en la página. Trataré de escribir un cuento de menos de 300 palabras cada dos semanas. Es un experimento. Aquí va el primero.

El sueño

Las dos parejas apenas se hablaban durante la cena. La tensión era palpable y dirigida a Juan DuChamp, el senador.
No fue hasta que Ive, la esposa de Juan, trajo el café que el senador al fin rompió el silencio:
—No tuve opción. Si me declaraba en contra de la resolución, hubiera perdido las elecciones. Ustedes lo saben…
La mesa permaneció en silencio por unos minutos. Elsa tomaba un sorbo de su taza, cuando Roy lanzó la suya a la pared.

—¿Por cuánto tiempo tenemos que vivir esta foquin mentira? —gritó Roy. No era una pregunta y los demás lo sabían.

El grupo permaneció silencioso mientras Roy recogía el lío.

Luego, en cama, mientras el senador le acariciaba el cuello, Roy se disculpó por su ira.

—Hubiéramos perdido todo esto —explico DuChamp señalando la habitación, con sus clósets de Venecia, la cama de caoba, el televisor de alta definición, las obras de arte en las paredes, las sábanas de seda, la casa de medio millón de dólares, el auto de lujo.

—Tal vez —respondió Roy —perdimos mucho más.

El senador Juan DuChamp, como todas las noches, acostado con su único amor, se preguntó si la misma conversación se repetía en la habitación de Ive y Elsa. Soñó con aquellos tiempos cuando comenzaba su carrera política: iba a cambiar las percepciones del mundo entero. Pero, ahora, sólo era un sueño.

2008 © Derechos reservados, José Borges

¿Pagarías por un buen cuento? Poco a poco, los artistas aprendemos a independizarnos de los métodos tradicionales de exposición y remuneración. Antes, para ganar algún tipo de compensación por un escrito, el autor tenía que venderle los derechos de publicación a una editorial o periódico. Es un método que aún funciona para autores reconocidos. Sin embargo, luego de leer experiencias de otros artistas en diferentes medios, he decidido experimentar con estos métodos alternos de compensación. Inmediatamente después del cuento, encontrarás un botón para dejar un donativo. Si deseas, haz clic y sigue las instrucciones provistas. Si no, pues no pasa nada. Lee el cuento y compártelo con tus amigos si te gusta.


4 comentarios

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  1. Buena forma de tomarle el pulso a la situación actual, con la ridícula resolución 99 y las diversas opiniones. Es más, seguramente algunos lectores querrán ponerle “otros nombres” a esos personajes, jeje.

    Un placer leerte; interesante proyecto, por cierto.

    Éxito

  2. ¡Gracias!
    Jaja. Sí se les puede poner otros nombres a los personajes. Y, sí, la inspiración fue tomada de la situación con la resolución «Metámosnos en la vida de los demás».
    Vamos a ver qué tan sano quedo después de este proyecto…

    -J

    • Eva el febrero 7, 2008 a las 9:48 pm

    Parece la antesala al discurso del «gobe»…
    Empezaste bien el proyecto de escribir un cuento cada dos semanas…estare pendiente.
    Adelante!!!

    • Marisol Lorenzo cardec el abril 21, 2016 a las 5:56 am

    El eterno y fallido intento de cambiar las percepciones del mundo entero cuando aún las propias no han madurado plenamente. ¡Me encanta!

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