Reseña: Pasajeros

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Fantasmagoría criolla

En Latinoamérica y en Puerto Rico todos sabemos de alguna historia de aparecidos. Son esos espíritus que aparecen a la orilla de la carretera bajo circunstancias misteriosas. A veces están cerca de puentes donde hubo algún accidente o desaparecen luego de proveerles un aventón. Siempre conocemos a alguien que conoce a otra persona que jura haber visto o interactuado con estos fantasmas. El libro Pasajeros, de Rita Isabel Collazo Vázquez, contiene siete relatos dedicados a este tema de aparecidos y misterios de la vida.

Los relatos —y uso este término porque no son exactamente cuentos, bajo la propia admisión de la autora— toman lugar en Puerto Rico o sus personajes son boricuas. “Al salir del laberinto” es de una mujer que conoce un amor fugaz en Santiago de Compostela, pero pierde su rastro, solo para rencontrarlo en libros y fotografías de manera insólita e imposible. Es un relato que juega con el tiempo y el espacio para lograr su cometido. “Nacido bajo el signo de Tauro” se relaciona con la narración anterior, pero utiliza otro personaje que no aparece en el primer relato, aunque es parte íntegra de él.

“Cuando la muerte acecha con ropaje de inocencia” es un relato de aparecidos que se montan en un auto y luego resultan haber sido espíritus. Esto combinado con sucesos fantásticos que afectan a los personajes involucrados. Este relato será como un tipo de piedra angular para el resto del libro, ya que hay varios elementos, sucesos y personajes que reaparecerán en otros de los relatos. “Legión de niñas” combina las leyendas de hechizos y brujas con las canciones de infancia para jugar con las supersticiones del antaño de manera horrífica.

“¿Cuándo llegará el día de mi suerte?”, por otro lado, utiliza una canción hecha famosa por Héctor Lavoe como inspiración o pie forzado. El protagonista es un joven que debe sufrir 28 infortunios para que por fin comience a tener buena suerte. A su vez, “Mientras pueda salir” utiliza un elemento —un cuadro pintado— del relato anterior para construir otra narración de una mujer que crea un autorretrato en la Plaza de Caguas y en el que permanecerá el resto de sus días. “Pasajero inesperado: La última palabra” es el último relato, como advierte el título, y concilia muchos de los sucesos y elementos que se trabajan en las demás narraciones, como si atara cabos sueltos.

Casi todas las narraciones comienzan con unas estrofas que anuncian de cierta manera por dónde irá cada narración. A veces son canciones adaptadas a las necesidades de la narración que prosigue, como sucede con “El día de mi suerte” o canciones infantiles, como sucede con “¿Qué quiere usted?”, que lee:

 

Ambos a dos

el inicio del desencuentro

ambos a dos

un instante de desamor

ambos a dos

matarile, rile, adiós

 

Una de las cosas que más llama la atención de la colección es la manera en que todas las narraciones guardan relación entre sí, como si se trataran de piezas de un rompecabezas. Sucesos que ocurren en una narración pueden ser el eje de otra o personajes apenas mencionados serán protagonistas en otro relato. La ambientación es muy certera y logra colocar a los lectores en los lugares descritos. Son narraciones muy interesantes, que abren la puerta a que se explore este tipo de tema y tal vez darle alguna credibilidad al amigo del amigo que se encontró con algún aparecido.

 

 

Pasajeros

Rita Isabel Collazo Vázquez

Libros Pasajeros, 2019

Esta reseña se publicó originalmente en El Nuevo Día en enero 19 de 2020.

 

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