Reseña: Arquíloco de Paros

Viaje a la antigua Grecia

No sabemos exactamente cuáles fueron los hechos que compusieron las vidas de muchos personajes de la Antigüedad griega. Cuando fueron verdaderamente famosos, se puede reconstruir una semblanza de su biografía a través de sus escritos y los de otros que los mencionan. Sin embargo, jamás sabremos a ciencia cierta lo que sucedió en aquella época. Para los escritores, estas lagunas de información pueden nutrir la imaginación literaria, como parece haber sido el caso del puertorriqueño Reynaldo Marcos Padua en la novela Arquíloco de Paros.

Arquíloco era un poeta griego, que, como sucedía con muchos personajes de la época, era, además, mercader, mercenario y soldado, entre otras cosas. Padua utiliza la poca historia que se sabe, al igual que los mismos escritos de Arquíloco, para construir una narración de los acontecimientos de su vida. El resultado es semejante a una novela picaresca, pues el Arquíloco que nos pinta el autor es un enamorado, que viaja por diferentes ciudades, aldeas y pueblos en busca de fortuna, divirtiéndose con poesía y vino, y conquistando mujeres.

Entre los sucesos contados, vemos cómo el poeta se compromete con la hija de un aristócrata, escondiendo su condición de bastardo y libertinaje, tiene relaciones sexuales con la hermana y pierde el compromiso con la mujer adinerada. A manera de venganza, Arquíloco compone versos hirientes que insultan a la familia y revela su indiscreción con la hermana. El escándalo resulta en el suicidio de la exprometida y su padre. Este es solo uno de los muchos sucesos narrados en la novela. También vemos cómo una bruja lo atrapa con sus encantos de manera literal, conocemos sus aventuras como guerrero y nos enteramos de cómo fueron sus últimos días de vida.

Padua hace un recorrido de la antigua Grecia, que recuerda un poco a los viajes del Cándido de Voltaire, pero sin el tono mordaz del filósofo y escritor francés. El asunto con la novia mencionado anteriormente tiene semejanza con un episodio de la vida de Lope de Vega, prueba histórica de que los poetas rechazados pueden causar daño con su pluma. Los capítulos son cortos y, luego del final de la novela, el libro contiene una selección de poemas de Arquíloco, que interesantemente muestra la manera en que Padua utiliza estos escritos para construir su personaje.

Si estás buscando alejarte de la corrupción y los chats de los últimos días, Arquíloco puede ser una alternativa. Intenta, eso sí, concentrarte de verdad. No vaya a ser que cualquier frase o poema te lleve de regreso a la lucha boricua. Para muestra, un botón del poema “Adiós”:

Despídete de la isla de Paros,

y dile adiós a sus higos y a la vida marinera.

Cambié Paros por Puerto Rico, higos por amigos y marinera por politiquera, y el huracán puertorriqueño regresó.

 

 

Arquíloco de Paros

Reynaldo Marcos Padua

Los libros de la Iguana, 2019

Esta reseña se publicó originalmente en El Nuevo Día en julio 21 de 2019.
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