Reseña: Pecados y otras fechorías

Pequeños pecados

Sin pecados, el mundo sería bastante aburrido. Tan solo la lujuria da pie para un sinnúmero de situaciones que uno puede observar o leer con interés. Vamos, que ese pecado es el origen de conflicto de muchas de las mejores obras literarias, como Madame Bovary, de Flaubert o El amor en los tiempos del cólera, de García Márquez, por mencionar solo dos. Sucede igual con la ira, otro pecado, según la tradición judeocristiana, que es un tema principal en Hamlet, de Shakespeare. Pecados y otras fechorías, un libro de microcuentos de siete autores puertorriqueños (presumo, ya que el libro no ofrece información de ellos), usa los siete pecados cardenales (soberbia, avaricia, ira, pereza, gula, lujuria y envidia) además de otros temas iguales mórbidos (“Decapitaciones, asesinatos y más muertes naturales”, por ejemplo) como pie forzado para estas cortas narraciones.

La propuesta la escriben Nomar Nikko Borrero, Karelie Trinidad, Marimar Méndez, Eugenio Gil de la Madrid, Iris A. Medina, Pabsi Livmar y Gael Solano. Cada uno escribe de uno a tres cuentos de cada tema, creando una variedad de voces y puntos de vista para cada pecado. Como suele suceder con este tipo de micro ficción, se utilizan muchos personajes o estereotipos históricos y míticos. Dado que se trata de los siete pecados tradicionales, es de esperarse que personajes como Jesus, Dios, Adán y Eva, el Diablo y sus demonios, y los ángeles y arcángeles sean algunos de los muchos personajes. También encontraremos las mujeres y los hombres engañados, un sinnúmero de asesinos en serie, fantasmas, vampiros y zombis.

Como también es típico en este tipo de literatura, el ingenio de los autores es lo que más determina la efectividad de cada cuento. Hay un humor negro muy presente en estas narraciones que se manifiesta de manera semejante a como se observa el humor en un chiste. En cierta manera, la microficción comparte mucho con el chiste, ya que depende de que el público (o el lector, en este caso) lo entienda y lo encuentre efectivo. Es decir, que cause el efecto deseado. El chiste busca lograr el efecto de la risa, mientras que el cuento puede variar lo que quiere lograr, según disponga quien lo escribe.

La colección tiene sus altas y bajas. Hay cuentos que resaltan, como “Ganga”, “Confusión”, “Incumplimiento de promesa”, “El discurso”, “Existencia”, “Enfermo” y “Prioridades maternales”, que brillan por el ingenio y profundidad que exhiben. Otros necesitaban más trabajo para lograr el efecto deseado, ya sea por la manera de presentar el tema o por falta de claridad narrativa. Al fin y al cabo, es una lectura ligera de humor mórbido, que contiene varios cuentos para repetir y compartir. Tal vez hasta inviten a pecar para salir del tedio.

Pecados y otras fechorías

Nomar Nikko Borrero, Karelie Trinidad, Marimar Méndez, Eugenio Gil de la Madrid, Iris A. Medina, Pabsi Livmar y Gael Solano

Edición de autores, 2018

Esta reseña se publicó originalmente en El Nuevo Día en julio 8 de 2018.

Reseña: Sobre un caballo de fuego

Narraciones cotidianas

Los conocemos a todos y los vemos casi todos los días: el borracho que se pasa el día pendiente a las carreras de caballo, el viejo enamorado o el que llora un desamor con la ayuda del ron. Cada centro urbano los tiene y los reconocemos, aunque tal vez nunca nos hayamos detenido a hablar con ellos. Tal vez, Sobre un caballo de fuego, el libro de cuentos breves de Antonio Ramírez Córdova, pueda subsanar esta falta de atención que mostramos hacia los personajes folclóricos que nos rodean.

Se trata de una colección de narraciones cortas, de no más de dos páginas en la mayoría de los casos, que se centra en contar el punto de vista de estos personajes típicos de nuestro diario vivir. Aquí se verán mostrados los guapos de barrio, los jugadores de caballos, los enamorados imposibilitados y todo tipo de personaje que vemos en nuestros pueblos, que por lo comunes que son ni notamos.

Los temas predominantes son la muerte, el amor y sus consecuencias, la vejez y el pasaje del tiempo, y el vicio, ya sea el alcohol, el juego o las drogas. A lo largo de los personajes de estas narraciones, sabremos qué los motiva a ser de la manera en que son, cuáles son o fueron sus añoranzas y las reflexiones que tienen acerca de la vida y lo que han experimentado.

Cada narración muestra muy bien su personaje, aunque de una manera más poética de lo esperado en un trabajo de narrativa. Interpretar las narraciones como prosa poética no sería un error y hasta se lee como si fuese un poemario, en vez de un libro de cuentos. Tal vez se deba a que las narraciones no tienen mucho conflicto. Es decir, los personajes sí tienen sus asuntos inconclusos, como añorar y ver alguna novia del pasado, por mencionar un caso en específico, pero es lo único que se muestra en la narración; no gira en torno a la dificultad que podría enfrentar el personaje ante el asunto. Se queda en la nostalgia y los recuerdos. Parecen más bien anécdotas o estampas en lugar de cuentos. No quiere decir que no sea una lectura interesante. Al contrario, se lee rápido y se puede sacar provecho de las caracterizaciones de sus personajes. Solo que, para el que llegue buscando cuentos, no los encontrará.

El tomo funciona muy bien como una mirada a los personajes que nos rodean. Muchos de ellos son de un pasado que ya nos parece lejano, aquella época de las décadas del cincuenta y del sesenta, aunque sí hay algunos ambientados en la era contemporánea. Muestra un punto de vista particular que podría interesarles a los lectores, que ya informados de estos personajes que nos rodean, quieran verlos desde otro punto de vista —o puede que sigamos ignorándolos, pues ya sabemos de ellos.

 

Sobre un caballo de fuego

Antonio Ramírez Córdova

Los Libros de la Iguana, 2017

Esta reseña se publicó originalmente en El Nuevo Día en julio 1 de 2018.

Reseñas: El cuento de Papapedia y ¿A dónde van los pájaros cuando llueve?

Lecturas infantiles

Por José Borges (con asesoría de Melián Borges)

Cuando niño, hace varias lunas, recuerdo dos libros en específico que me fascinaban. Uno era Papá regresa a casa (no sé si ese era el verdadero título), en el que un niño esperaba a su papá, que estaba en el trabajo. Lo que más me atraía era unos dulces que le regalaba el padre a su llegada. La ilustración los hacía ver muy ricos y me daban ganas de probarlos. El otro libro era Spooky Old Tree, de Stan Berenstain, en el que unos osos se metían dentro de un tronco de árbol que tenía pasadizos secretos, toboganes y habitaciones, pero colmados de trampas y peligros. Ahora que los recuerdo, no me parece que ninguno tuviera un fin pedagógico más allá de promover la lectura, pero cuarenta años después aún los tengo en mente. Claro, para la época en que los obtuve, no sabía leer, así que me atraía más a la atención las ilustraciones, especialmente el del segundo, que incitaba a vuelos de la imaginación.

Hoy día, aún leo literatura infantil, pero desde dos puntos de vista muy distintos: el de padre y el de crítico literario. El punto de vista de niño me hace mucha falta, pero ese barco zarpó hace ya mucho tiempo. Cuando leí ¿A dónde van los pájaros cuando llueve?, de Haydée Zayas; y El cuento de Papapedia, de Yolanda Arroyo Pizarro, dos publicaciones de la Editorial EDP, me remonté a aquellos momentos en los que me iniciaba en el mundo de la lectura.

El cuento de Papapedia cuenta la anécdota de cómo dos niños, Abraham y Wandelin, llegan a apodar a su padre “Papapedia”. Es un escrito bien narrado que muestra bien la relación familiar entre los niños y su padre. Los niños lo apodan “Papapedia” porque el padre, Víctor, sabe las respuestas a todo tipo de pregunta relacionada con nuestra cultura, como el lugar de nacimiento de Julia de Burgos y la fecha del Grito de Lares (Carolina y 23 de septiembre de 1868, respectivamente). El único problema, desde el punto vista crítico, es que no hay conflicto en la narración. Sin embargo, los niños operan bajo otras reglas. Por tanto, recurrí a una opinión de autoridad en el tema: mi hija de cuatro años. Al leerle el cuento, se mostró interesada en la información y las ilustraciones, y le pareció gracioso el apodo de don Víctor (Papapedia). Su mayor observación fue que sabía cómo terminaría la narración, hecho que mencionó con orgullo. La historia le gustó, tanto así que, mientras escribo esta reseña, acaba de pedirme que se lo lea otra vez. Por su tema, es un libro que se le puede sacar provecho para apoyar clases de Estudios Sociales y, por supuesto, para apoyar la lectura.

¿A dónde van los pájaros cuando llueve?, por su parte, es un cuento que pretende resolver la pregunta del título que se hace la protagonista. Su abuelo es quien se da a la tarea de contestarle. Es un libro bilingüe, ya que el texto se presenta en español e inglés. Este fue también del agrado de la crítica más joven del hogar. Las ilustraciones le llamaron mucho la atención, aunque sí mencionó que lo encontró corto y hubiese querido que la historia continuara. Si bien es un cuento con un conflicto (encontrar la respuesta a la pregunta titular), coincido con mi hija en cuanto a la extensión, pues la historia termina de manera abrupta. Además, el texto en inglés contiene varios errores difíciles de justificar, dada la extensión del cuento.

Ambas publicaciones tienen su encanto y apelan a su público. Son ideales para padres dispuestos a tomarse el tiempo de leerles a sus hijos y responderles preguntas acerca de los textos.

El cuento de Papapedia

Yolanda Arroyo Pizarro

Ediciones EDP, 2018

 

¿A dónde van los pájaros cuando llueve?

Haydée Zayas

2ª Edición, Ediciones EDP, 2018

Esta reseña se publicó originalmente en El Nuevo Día en junio 24 de 2018.

Reseña: Barrio Bravo: Mundial

Historias del Mundial

La pasión por el fútbol es un fenómeno relativamente nuevo en Puerto Rico. Hace doce años, para el Mundial del 2006 en Alemania, eran pocos los que seguían el deporte. Ver los partidos podía ser difícil, ya que solo los transmitían por unos canales específicos. Sin embargo, la popularidad del deporte y el evento ha acaparado la atención del País, gracias a astros como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, la promulgación de videojuegos que simulan el deporte y la cantidad de amigos del resto de Latinoamérica que habitan en la Isla y nos han mostrado su pasión por el fútbol. Por tanto, existe cierta familiaridad con el deporte, pero podría decirse que a muchos nos falta el contexto histórico del mundial. Barrio bravo: Mundial, del chileno Roberto Meléndez, es una lectura ideal para subsanar esta carencia histórica.

Estrellas como Roberto Baggio, Maradona, Ronaldo (el brasileño, no el portugués), Zidane y Luis Suárez son solo algunos de los futbolistas reconocidos cuyas historias aparecen en las páginas del libro. El autor toma momentos claves de las carreras de los jugadores y las transforma en relatos estructurados, aunque sí se toma ciertas libertades poéticas. Por ejemplo, en “Todos fueron a ver a Roberto Baggio”, se cuenta la historia de cómo el jugador italiano se desempeñó en su carrera hasta llegar al mundial de 1994 en los Estados Unidos, donde falló un penal clave, que le costó la eliminación a la selección de Italia. Meléndez caracteriza a Baggio como un talento excepcional, pero en conflicto con la filosofía futbolística italiana al principio y cómo se gana la admiración de sus aficionados, aún al fallar contra Brasil en el 94. Es una visión romántica hacia el deporte y sus jugadores, en la mayoría de los casos, que explica o empatiza con las acciones, ya sean aciertos o desaciertos, de los protagonistas.

Además de contar historias de los famosos del fútbol, el libro también narra sucesos de personajes menos conocidos (o totalmente desconocidos). En “El primer gol de Asisat”, se cuenta la historia de cómo se interesó y perseveró en el fútbol Asisat Oshoala, una futbolista nigeriana que se ha destacado a nivel internacional en el deporte. Otro ejemplo es el del notorio incidente con Mwepu Ilunga en el mundial de 1974 en, “El héroe que propuso el destino”. El jugador de Zaire (La república del Congo, hoy día) se conoce por interrumpir un tiro libre con una patada que se recuerda como un incidente cómico y se le atribuía a ignorancia por parte del africano. Meléndez ofrece el contexto detrás del incidente y convierte el incidente en un relato de vida o muerte, que involucra corrupción, dictadores y la astucia del protagonista.

Otros relatos tienen que ver con personas involucradas con el deporte o que muestran su pasión por el fútbol de manera interesante, como sucede con Sor Sofía, la monja que protagoniza “Un hincha especial”. Sor Sofía era una fanática asidua del fútbol, pero forzada a mantener su pasión oculta ante las demás monjas del convento. Sin embargo, la oportunidad de que la selección chilena entrara en el mundial le complicará sus intentos de mantener sus secreto.

La mayoría de los relatos son interesantes y amenos; el autor les otorga una narrativa única a la historia. Y es que el deporte en general, y este en específico, se presta para ello. Campeonatos y mundiales con carácter de epopeya son la orden del día en este libro y el autor no defrauda en este aspecto. Los que deseen empaparse de historia futbolística (aunque se inclina la balanza bastante hacia el entorno chileno) disfrutarán de esta colección. Luego de su lectura, podrá discutir con autoridad acerca del tema mientras vea los partidos del mundial en Rusia… o al menos, podrá diferenciar entre Ronaldo y Cristiano Ronaldo.


Barrio Bravo: Mundial

Roberto Meléndez

Penguin Random House, 2018  

Esta reseña se publicó originalmente en El Nuevo Día en junio 17 de 2018.

Reseña: La batalla por el paraíso

Dos utopías

Volvamos al pasado —al 21 de septiembre del año pasado, para ser exactos— a un Puerto Rico oscuro y devastado. Estamos en Adjuntas y esta noche se ve la infinidad de estrellas que ignoramos debido a la contaminación lumínica. Lo único que interrumpe esta oscuridad es una casa antigua en el medio del pueblo. Es la única con electricidad, ya que es la única que se energiza con luz solar. A Casa Pueblo llegan otros residentes del municipio para cargar sus aparatos electrónicos, energizar sus máquinas de oxígeno y tal vez hasta conservar su insulina fría.  Arturo Massol se desborda en generosidad hacia sus conciudadanos, a lo mejor con cierto optimismo: se ha dado cuenta de que el huracán María le ha dado una oportunidad a la Isla de zafarse de la dependencia de generación de electricidad a base de fósiles. Es momento para enseñarle al pueblo que la energía renovable no solo es factible, sino ideal. Esta y otras iniciativas podrían representar el comienzo de una utopía.

Al norte, en el Viejo San Juan, algún empresario proveniente de Silicon Valley también goza de electricidad en su lujoso apartamento. Es posible que se haya sentido asombrado por la destrucción y también por el hecho de que la ciudad amurallada sobrevivió otra embestida más de la naturaleza. Tal vez desconozca ese dato, o ni le importe. Con una Medalla fría en las manos o un whiskey con coco relleno de hielo hasta el borde, también sonríe ante la posibilidad que el destino —con una mano generosa de parte del gobierno de Puerto Rico— le ha brindado: la posibilidad de construir una utopía.

Estos dos panoramas los presenta la escritora y activista canadiense Naomi Klein en su libro La batalla por el paraíso (The Battle for Paradise, en inglés), traducido por Teresa Córdova Martínez. La autora se dio a la tarea de visitar distintos puntos de la Isla durante su visita el pasado marzo para recopilar información para esta publicación, que podría describirse como un híbrido entre crónica, reportaje y ensayo periodístico. La autora habló con los representantes de Casa Pueblo, JunteGente, Coquí Sol, y otras organizaciones que existían o han surgido luego del huracán con la visión de adaptarse a nuestra nueva realidad, que incluye estar preparados ante otros huracanes que vendrán en el futuro. Muestra, además, el punto de vista de los llamados Puertopians, que desean convertir la isla en un paraíso recreativo, casi libre de impuestos y regulaciones que podrían interferir en su potencial de lucro y diversión. Esta visión presume que este tipo de cambio no solo los beneficia a ellos, sino que al pueblo también, ya que el dinero que inviertan en infraestructura, por ejemplo, será de beneficio para todos.

Klein hace un recuento de lo que ha sucedido desde el huracán hasta ahora y señala los momentos en que su teoría de la doctrina del shock ha tomado efecto en estos últimos meses. Es decir, comenta acerca de las tácticas de bombardeo emocional y sicológico que se produce cuando un cambio tan drástico, una desgracia tan paralizadora, desvía la atención del pueblo ante la toma de terrenos y la legislación de medidas a favor de esta minoría pudiente. Se describe como una lucha contra el tiempo para ver quién establecerá una de dos utopías: la que pretende lograr justicia social e independencia energética y alimenticia, o la que desea repartir la isla a precios bajos para el beneficio de unos cuantos.

Es una lectura corta e interesante que ilustra lo que sucede en nuestro país ahora mismo. Dicho esto, tampoco será muy reveladora para nosotros acá en la Isla, pero sí para quienes no vivieron los estragos del huracán. Sin embargo, es un libro que tiene el potencial de incitar a la acción de parte de un sector del pueblo y se nota un rastro de optimismo provocado por estos movimientos dispuestos a actuar por el bienestar de la gente del país. Nuestros reporteros locales han señalado todo esto con anterioridad, pero nunca está de más tener otra voz que se nos una, especialmente a nivel internacional. Es ese tipo de esperanza que brilla en la noche, así como lo hizo Casa Pueblo aquella noche del 21 de septiembre.

La batalla por el paraíso

Naomi Klein

Haymarket Books, 2018

Esta reseña se publicó originalmente en El Nuevo Día en junio 10 de 2018.

Reseña: Clonazepán y circo

Versos del filósofo

Clonazapán es un ansiolítico, o sea, un medicamento que se utiliza para tratar la ansiedad. Es también parte del título del poemario de Manuel S. Almeida, Clonazepán y circo, que a partir del propio título apunta hacia la reflexión de dos elementos muy dispares.

Muchos de los temas que se tocan en el poemario tienen que ver con las inseguridades y trastornos que nos causa la vida cotidiana y contemporánea. A la vez, contiene algunos poemas que reflejan las maneras en que lidiamos en el día a día. Esto se hace obvio desde el primer poema, “Profundidad”, que marca bien cómo será el tono del resto de la obra: No hay / mayor profundidad / que la que tiene / el vaso de agua / en el que te / vas a ahogar. El autor, que es también profesor de filosofía, establece desde este punto de partida cómo trabajará con los problemas y estados anímicos que nos persiguen en nuestro diario vivir, en Puerto Rico, específicamente. Resaltan “Voy a salir”, que trata del miedo al crimen y la decadencia urbana; “La prensa puertorriqueña”, con una dura crítica a los medios de comunicación del País; y “Utopía”, que utiliza el tapón vehicular como pie forzado y desemboca en nuestra literatura.

El otro tema predominante en el poemario es de corte más personal, pues más bien resalta los gustos culturales del autor. Hay referencias a Joaquín Sabina, Enrique Bunbury, Frank Miller, Thelonious Monk y su particular manera de lograr su sueño de ser un astro del rock (o, al menos, tocar en tarima), mostrado en “Cuando sea grande”. Este último poema funciona como una descarga en prosa. En este explica cómo el poeta trabaja su deseo musical en el salón de clase, a la vez que propina una leve estocada a la industria de la enseñanza universitaria, que obvia la educación en la búsqueda de maximizar sus recursos, o “hacer más con menos”, como se suele anunciar. Además de estos temas, el poemario incluye algunas odas a los seres más importantes para el poeta.

En resumen, Clonazepán y circo es un poemario corto y fácil de disfrutar, con guiños a aquellos que les guste la filosofía, el rock y la cultura popular, dentro del marco social de este siglo XXI que nos ha tocado vivir, repleto de ansiedades y espectáculos.

Clonazepán y circo

Manuel S. Almeida

Disonante, 2018

Esta reseña se publicó originalmente en El Nuevo Día en junio 3 de 2018.

Reseña: El pezón

El arte de la brevedad

Confieso que el famoso microcuento de Augusto Monterroso, “El dinosaurio”, no es de mis favoritos. Prefiero “El eclipse”, del mismo autor. “El dinosaurio” me parece sobrevalorado. Pueden llamarme inculto, si desean, pero les veo mucho más valor a “Continuidad de los parques”, de Julio Cortázar, y a “Los bomberos”, de Mario Benedetti, aunque sean mucho más largos en comparación. Mi apreciación hacia esta modalidad narrativa, que valora la brevedad y el efecto, gira más entorno a la construcción de un chiste, tomando en cuenta que los chistes son subvalorados como parte del género, tal vez porque prevalecen los que son vulgares. No obstante, creo que el microcuento y el chiste comparten características, aunque sean diferentes. El escritor puertorriqueño Luis Enrique Vázquez Vélez trabaja la modalidad del microcuento en su libro El pezón y otras anatomías mínimas.

El tomo contiene 54 microcuentos y está dividido en tres partes: “Ni poco, ni demasiado”, Todo es cuestión” y “De medida”. Según el prefacio, los cuentos son una recopilación de escritos a partir de 2010. No está claro si se presentan en orden cronológico o si la organización de los textos responde a cuán extensos son los relatos. La primera parte está compuesta por cuentos que ocupan, por lo general, dos páginas. La segunda son cuentos de una página o par de párrafos. Mientras que la tercera, son pequeñas narraciones de entre una oración y un párrafo. Los relatos tocan varios temas, aunque prevalece el desamor y sus consecuencias. El autor utiliza, en algunos casos, referencias a personajes conocidos, como Romeo y Julieta o Cupido, como manera de que los lectores se familiaricen con la situación de algunos de los cuentos.

Sobresalen los cuentos de la tercera parte de la colección, que son los más cortos. En ellos se percibe el ingenio característico de esta modalidad, posiblemente como consecuencia de su brevedad. Los cuentos de las primeras dos partes, sin embargo, no resuenan tan efectivamente como los de la tercera. En este tipo de colección siempre sorprende la cantidad de ideas que sus autores suelen producir; es de esperarse que no todos lleguen a todo tipo de público.

Redactar microcuentos no es una tarea sencilla. Se requiere concisión, ingenio y una imaginación fértil, entre otras cualidades. El pezón y otras anatomías mínimas muestra estos requisitos en la tercera parte de este libro, mientras que en las primeras dos hay un intento de ello. Es una entrega con efectividad mixta.

 

El pezón y otras anatomías mínimas

Luis Enrique Vázquez Vélez

Editorial EDP University, 2018

Esta reseña se publicó originalmente en El Nuevo Día en abril 28 de 2018.

Reseña: Nenísimas

La década que rehúsa morir

La década de los ochenta es una época que rehúsa morir y desaparecer para que los demás podamos continuar nuestras vidas con lecciones aprendidas. Esos años son, para mí, como el tío pedófilo que el resto de la familia preferiría que no existiese, pero años después sus fechorías aún causan estragos. Vamos, que el presidente de los Estados Unidos es producto de aquellos tiempos de excesos, avaricie y amor irracional por los colores brillantes y pasteles. Sin embargo, no carecemos de medios culturales empeñados en revisitar estos años. Basta con observar la inexplicable fascinación por la serie Stranger Things en Netflix para darse cuenta de ello. Nenísimas, la primera novela de la escritora puertorriqueña Tere Dávila y ganadora del premio del Instituto de Cultura Puertorriqueña, detalla los sucesos y los estragos de esta época en su protagonista, Adriana.

La trama se desarrolla en dos tiempos. Comienza en el pasado de temprana adultez de la protagonista, Adriana, en la mencionada (y despreciada por mí) década, y lo que era nuestro presente antes de María, cuando ya Adriana ronda los cincuenta años. La joven Adriana es una estudiante de arte en Nueva York, que vive sus excesos y aventuras junto con Cine, su mejor amiga. En su futuro, aguarda una mujer más conservadora, infeliz con su matrimonio, aunque se desvive por su hijo de siete años. La Adriana madura aún retiene su amistad con Cine y vive en el Viejo San Juan, mientras ve su vida pasar de cena en cena y barra en barra. Todo comenzará a cambiar cuando lee la noticia de que Julián Roig, un examante, será enjuiciado por falsificar y vender obras de arte. La protagonista comienza entonces a recordar sus tiempos de estudiante y cómo Roig la introdujo en un mundo de champán, cocaína, sexo, aviones privados y viajes extravagantes. Esos recuerdos, a la vez, se entrelazan con el día a día de Adriana, y se comienza a manifestar su insatisfacción con el marido. Eventualmente, pasado y presente se encontrarán y Adriana sufrirá las consecuencias de buscar cambios en su vida.

Tere Dávila, que ya ha publicado tres libros de cuentos y que el más reciente también ganó la categoría de cuentos del Instituto de Cultura Puertorriqueña, es una historia interesante que logra atrapar a los lectores. Su protagonista está armada con un sarcasmo y sentido de humor autodespectivo que entretiene y establece el tono de la novela. A través de la narración, evoca aquella época de los ochenta, con referencias a sucesos, personalidades, moda y música que, inequívocamente, caracterizan aquella época. Al igual que hoy día el mundo sufre los estragos de los excesos y banalidad de los ochenta, Adriana también mostrará las cicatrices que esa época le dejó. De lectura ágil, la novela invita a una reflexión hacia el pasado y cómo apreciarlo. Es imposible ignorar, por más que me irrite lo ochentoso, el significado de aquel tiempo en el presente, tanto en nuestras vidas, como en las vidas de los personajes de Nenísimas.

Disponible en libros787.com

Puede escuchar mi entrevista con la autora en mi podcast, In media res.

Nenísimas

Tere Dávila

Instituto de Cultura Puertorriqueña, 2017

Esta reseña se publicó originalmente en El Nuevo Día en abril 22 de 2018.

Reseña: Diccionario genealógico

Una rama del árbol de la sabiduría

Cualquier persona que haya investigado su árbol genealógico más allá de preguntarles a sus abuelos acerca de la familia ha tenido que leer todo tipo de documento antiguo, como actas de nacimiento, de defunción o de matrimonio, entre muchísimos otros. Además de tener que descifrar la letra de curas y de quienes trabajaron algún censo, el investigador genealógico también se enfrenta a términos que ya están en desuso. Por ejemplo, ¿qué hacer al encontrarse con el término medio origen en algún documento? Un diccionario tradicional, como el de la Real Academia Española (RAE), no sería de mucho uso, ya que no es un diccionario de términos, sino palabras. Podrías buscar medio bajo la M y origen bajo la A, pero la consulta no sería capaz de hacerte saber que una persona de medio origen se refería a alguien cuyos padres eran de diferentes grupos raciales. Sin embargo, la consulta sí rendiría frutos en el Diccionario genealógico, del profesor Manuel Martínez Nazario.

Según el autor, el diccionario responde a la necesidad de definir los arcaísmos, las ambigüedades y las múltiples acepciones que pueden tener ciertas palabras que se encuentran en el transcurso de una investigación genealógica. Toparse con un nombre descrito como hijo mancillado podría detener o retrasar a quien investigue, hasta tanto sepa su significado por medio de varias consultas a expertos u otras publicaciones. El Diccionario genealógico resuelve el asunto de manera eficaz: al verificar, el término se define como “hijo espurio”; una búsqueda adicional revela que espurio significa bastardo. Sorprende, en cierta medida, la cantidad de términos utilizados para amantes (concubina, amancebamiento, etcétera), hijos concebidos fuera de matrimonio, como mencionado en el ejemplo anterior, y las mezclas raciales (coyote, indiano, ahí te estás). En algunos casos, sin embargo, hay instancias en que algún ejemplo podría utilizarse para aclarar algunos de las entradas. Tal vez en futuras ediciones se podrían incluir.

El autor incluye las fuentes de referencias que utilizó para cada entrada. Entre las consultas mencionadas hay varias versiones del diccionario de la RAE, directorios de liturgia y diccionarios de nombres propios, entre muchos otras. Para quien interese en incursionar en el mundo de la genealogía o cualquiera que decida leer y comprender documentos relacionados puede sacarle provecho a este particular diccionario.

 

Diccionario genealógico

Manuel Martínez Nazario

Publicaciones Puertorriqueñas, 2018

Esta reseña se publicó originalmente en El Nuevo Día en abril 15 de 2018.

Reseña: The Only Harmless Great Thing

De elefantes y otras ficciones

Cuando comienzas a leer The Only Harmless Great Thing, la novela corta de la estadounidense Brooke Bolander, poco a poco te das cuenta de que lees acerca de un mundo familiar, pero muy distinto al nuestro. Al principio, uno se pregunta qué precisamente está leyendo, pero según sigue la lectura te acomodas en la realidad tejida por la autora.

Se trata de un libro de ficción especulativa que cuenta la historia de Regan, una trabajadora en una planta de energía; de Kat, una investigadora académica, y Topsy, una elefante. La novela presenta el punto de vista de cada personaje, y alterna entre la primera y la tercera persona como voz narrativa, según el personaje. Por ejemplo, la narración cuenta en tercera persona los sucesos de las humanas Kat y Regan, mientras que cuenta en primera persona ciertas partes de la narración de la elefante. Al trabajar la voz narrativa de esta manera, todo suena muy extraño, pero la autora integra los elementos de una manera muy natural, que no interfiere con la experiencia de la lectura.

La trama cuenta cómo estos personajes viven sus vidas en un mundo en que la generación de energía eléctrica proviene del radio (el elemento radiactivo) que emanan los paquidermos. Los humanos han tomado ventaja de este fenómeno para fines comerciales, en el que se explotan trabajadoras como Regan y elefantes como Topsy, con consecuencias terribles. La humanidad ha logrado comunicarse con los elefantes por medio del lenguaje de señas y, así, lograr sus propósitos energéticos. Nuevamente, la explicación de estos elementos de la trama sonará rarísimo, pero al igual que con los puntos de vistas narrativos, la autora logra manejarlos sin que parezcan inverosímiles.

Contar mucho más de la trama sería dañarles la experiencia de esta corta pero profunda lectura a quienes decidan aventurarse en este mundo. Bolander logra tejer, en su novela, una serie de elementos disparejos que une al final y que consigue atar con los tiempos que vivimos hoy día. Invita a la reflexión acerca de cómo vivimos y el costo de mantener nuestro estilo de vida.

The Only Harmless Great Thing

Brooke Bolander

Tor.com, 2018

Esta reseña se publicó originalmente en El Nuevo Día en abril 1 de 2018.